JMJ Madrid 2011: la fiesta terminó... la misión continúa

El mensaje del Papa en Madrid y algunas notas sobre lo vivido



Al amanecer, en el aeródromo de Cuatro Vientos, al sur de Madrid, los rayos del sol comenzaban a despertar a miles de jóvenes que luego de muchos días de intensas actividades y una Vigilia de oración, se preparaban para participar de la ceremonia final de encuentro con el Papa. Las imágenes eran espectaculares. Un mar de jóvenes, bolsas de dormir y carpas que se combinaban con banderas, kits de desayunos y equipos de prensa instalándose. El ingreso del Papa, transformó la espera en una alegría generalizada. El papamóvil recorría los caminos preparados entre la gran explanada (comparada a 48 campos de futbol) y todos celebraban. Miles de sacerdotes, obispos y los invitados principales, los jóvenes, vivieron dos horas de encuentro eucarístico, donde Benedicto XVI predicaba con estas palabras: “Queridos jóvenes, también hoy Cristo se dirige a Uds. con la misma pregunta que hizo a los Apóstoles: “Quién dicen que soy yo?”… Fe y seguimiento de Cristo están estrechamente relacionados... La fe tiene que consolidarse y crecer, hacerse más profunda y madura, a medida que se intensifica y fortalece la relación con Jesús, la intimidad con El”. Más adelante agregó: “No se puede seguir a Jesús en solitario… No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Jóvenes, comuniquen a los demás la alegría de su fe”. Una gran fiesta a cuatro vientos. Una fiesta inolvidable.

JMJ Madrid 2011 y MAGIS: un encuentro y más de un millón de desafíos


Algo palpita en el corazón de Madrid. Se trata del millón de emociones, voces y presencias que en estos días forman parte de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) número seis (siguiendo el formato de festival juvenil de tres días de duración). Rostros, banderas, mochilas de tres colores, metro, botellas de agua helada, calor… todo gira en torno al encuentro de más de un millón de jóvenes de los cinco continentes. Uno de los medios de Madrid lo ha llamado “La ONU de la fe”. Y no exagera. En cada esquina de la capital española se encuentra algo referente a este encuentro. Música, presentaciones artísticas, stands, los confesionarios en el Parque del Retiro, las iglesias que acogen, los escenarios en las plazas principales,… y un factor común: jóvenes caminando, encontrándose, riendo y llorando, bailando y rezando, jugando y descansando. Todos atentos a los actos centrales y a los encuentros con el Papa Benedicto XVI, pastor de esta Iglesia, que viene a compartir, hablar, escuchar y sentir este mismo palpitar.

MAGIS 2011: "San Ignacio quería hacernos sensibles a todas las músicas, porque allí habla Dios" (P. General)

El P. Adolfo Nicolás S.J. se dirige a los jóvenes del MAGIS, reunidos en Loyola, preparando su participación en el Encuentro Mundial de la Juventud Madrid 2011:

"No vamos a ellos [los demás] para estudiarlos, ni para sentir pena, ni para alegrarnos de ser distintos... sino que vamos para sentirnos uno con ellos, para crear comunión, para crear solidaridad... Pablo no es un indignado, es un enamorado, enamorado de su pueblo. Por eso tiene energía para actuar, por eso se indigna a veces, pero a veces construye y crea y edifica, y se alegra y canta... 


Si lo que nos preocupa es nuestro bienestar y nuestro éxito nos hundiremos sin remedio... Si lo que nos preocupa es Cristo, es decir, los demás... entonces podremos caminar sobre el agua. Otra vez estamos ante una elección, y una elección interna para la que san Ignacio nos prepara... Esta diferencia entre estar preocupado por mí y estar preocupado por los demás es lo que Jesús considera la diferencia entre tener y no tener fe".

Aquí el video de la Homilía:



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La más noble de las profesiones o el más vil de los oficios


Si en lugar de los candidatos presidenciales y sus planes de gobierno, son los mismos medios de comunicación y el rol que cumplen los periodistas en la actual coyuntura política, quienes se roban los titulares, estamos frente a un problema muy grave. El periodismo no debe ser solo el garante de la libertad de expresión -que defiende con uñas y dientes cuando ésta se ve amenazada- sino que también debe ser el garante del derecho que tienen todos los ciudadanos de ser informados de la manera más objetiva posible. Pero cuando esto no ocurre la confianza se pierde y es muy difícil volver a recuperarla. La mayoría de medios de comunicación ha confundido lo que significa tener una línea editorial definida y el deber que tienen de informar con objetividad a su público. Cada vez que abrimos las páginas de un diario o cuando sintonizamos un noticiero o un programa político, estamos siendo testigos de cómo la frase acuñada por Luis Miró Quesada de la Guerra “El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios” se convierte en realidad.

Romero, Japón, Libia

En estos días volvemos a recordar la vida del Obispo-mártir de América: Oscar Romero. Quizás son muchos los motivos que podemos citar para mantener vivo su recuerdo. Pero uno se impone: su actualidad para anunciar la buena noticia del Reino de Dios y denunciar todo aquello que va en contra de la proximidad de ese Reino, que se traduce, entre otros, como la convivencia digna del género humano y el respeto a la creación. Monseñor Romero no ha perdido actualidad. Al contrario, desde su fidelidad a la Iglesia, supo trasmitir en voz alta la palabra de Dios, y solo la violencia del mal fue capaz de apagar esa voz. Es una actualidad digna de un fiel discípulo de Cristo. Dar la vida por los demás.




En estos días también, somos testigos de tantos motivos de denuncia y queda corto el espacio para enumerarlos. Todos vivimos o conocemos de cerca motivos de sufrimiento, de dolor y de muerte. Quisiera señalar dos que están en las primeras planas de los medios: El desastre acontecido en Japón el 11 de marzo, y la actual situación de guerra declarada en Libia. Siento de cerca el sufrimiento y la incertidumbre de amigos japoneses. Asimismo, somos parte de un ambiente de temor en Italia por el efecto migratorio de guerra que ya se vive en su frontera sur. Con estas situaciones y reconociendo la impronta de Romero en el desarrollo de su pueblo y la Iglesia, nos podemos preguntar: ¿Dónde está Dios en todo esto? Y justifico la pregunta a la luz del Concilio Vaticano II: “El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado” (GS, 22).