El "baguazo" o el fracaso de una política económica excluyente


Todos nos hemos quedado atónitos al recibir una a una las noticias procedentes de la selva peruana. Haber sido testigos en tan pocos días de una de las masacres más sangrientas que ha tenido el Perú en su historia republicana nos hace pensar en nuestra real condición de seres humanos, de nuestra fragilidad e incapacidad de convivencia común, de respeto a las diferencias y valoración de una misma raza. Decir sin afectarse que los enfrentamientos dejaron 24 policías muertos y por lo menos 9 civiles, nos hace preguntarnos cuánto valoramos realmente la vida como personas, ciudadanos y peruanos. Este hecho es a toda luz un fracaso de la convivencia y aceptación humana. Pero ¿cuál es o cuáles son los orígenes de este fracaso? ¿Qué hechos o situaciones hacen perder la distinción entre el ser humano y une ficha de un juego de mesa?

Hasta hoy ambas partes del conflicto se han responsabilizado mutuamente por la matanza en Bagua. Sin embargo, si nos detenemos a pensar en lo que ha dado origen a este enfrentamiento vemos que es la puesta en marcha de una serie de Decretos Legislativos que autorizan el uso de suelos y subsuelos de zonas habitadas y asumidas como propias por los “nativos”. Lo que esta detrás de esto es llevar a la zona un medio de desarrollo que ha tenido buenos resultados en otras partes del país y que viene siendo el buque insignia del modelo económico aplicado por el gobierno: la concesión de suelo peruano para la explotación de recursos naturales, nuestra mayor riqueza.

La minería y toda acción de explotación de los recursos naturales de manera transparente y respetando el medio ambiente, es sinónimo de desarrollo. Eso es evidente. Pero desarrollo no es sinónimo de prepotencia, de imposición y de ausencia de participación de las comunidades afectadas como parte del proceso. La concesión y la privatización en pos del desarrollo son hoy por hoy, junto con el comercio mundial y el flujo de capitales, los procesos que caracterizan al modelo neoliberal que aplican la gran mayoría de los países del orbe. Sin embargo, a un modelo neoliberal cuya base ideológica es el beneficio individual no se le puede exigir tener en cuenta el bien común, el consenso y el respeto de las minorías. Aquí entran a tallar otros agentes del desarrollo y entre ellos, con un papel protagónico, el Estado.


Equívoco spot oficial sobre lo ocurrido en Bagua

El Perú es un país cuyo Estado es democrático y, con altos y bajos, se ha mantenido así durante los últimos años. A un gobierno democrático cuya base ideológica es la participación y el respeto a las minorías, sí se le puede exigir que juegue su papel y que entre a negociar sabiendo el rol que le corresponde. Este ha sido el núcleo del conflicto: un gobierno cuyo papel mediador fue nulo. Un gobierno sesgado a favor de unos pocos bien posesionados de recursos e influencias, frente a muchos desplazados históricamente de la escena de desarrollo del país. Este hecho tarde o temprano debía explotar y lamentablemente lo hizo a costa de muchas vidas humanas que son, a fin de cuentas, el fin último de la búsqueda de beneficios. Entonces, ¿De qué sirve buscar el bienestar cuando, una vez más, son pocos los que disfrutarán del mismo? Esto no justifica, pero sí explica, las reacciones extremas de los peruanos y peruanas de la selva. Ahora bien, ni se justifica ni se explica la represión criminal utilizada por el gobierno, no tanto para liberar una vía, sino para imponer un modelo y un criterio de desarrollo digitado desde los grandes capitales. Obviamente, no queda sino esperar del gobierno la defensa recalcitrante de sus ministros y de una bancada parlamentaria cuyos únicos fines son el rédito político y el poder social y económico.

Lamentablemente, el problema es aún mayor. Es un problema de fondo que nunca abandonará el imaginario de la nación peruana. Es el tema del respeto y de la convivencia de las diferencias. Hablamos de pluriculturalidad, pero actuamos bajo criterios uniculturales. La serie de paros y movilizaciones al “interior” del país, no hacen más que decirnos que en el Perú somos muchos más de los que nosotros pensamos y queremos. Bajo esa simple lógica, hablar de desarrollo implica hablar de desarrollo para todos. Si hablamos de modelos, han de ser modelos que beneficien a todos. Que no es posible, que eso toma tiempo y esfuerzo extra, entonces me pregunto, ¿qué nos apura?, ¿qué buscamos a fin de cuentas, si lo que buscamos a corto plazo nos lleva a la muerte, al conflicto y a la fragmentación institucionalizada?

Hoy, después de esta catástrofe, decimos que el diálogo es la salida. Vaya novedad. Pero, lamento decir que el diálogo es mucho más que la acción de comunicarse. Diálogo es reconocimiento, y el reconocimiento es aceptación. En el Perú, cuyo gobierno quiere proponer un diálogo, ¿nos reconocemos?, ¿nos aceptamos? Hay que dar muchos pasos previos antes de dar solución a este conflicto, porque de lo contrario, más “baguazos”, más masacres y más gobiernos prepotentes escribirán la historia de este Perú que muere y renace cada día por hacerse notar diverso.

Juan Bytton, S.J. (Lima). Licenciado en Economía por la PUCP. Hace el Magisterio en la Pastoral Juvenil y la Promoción Vocacional.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Hasta cuando no vemos que el APRA es un problema mas en las ya multiples situaciones que tienen al Perú como esta?. Ya no dejemos que nos hagan los tontos y reaccionemos ante ambiciosos, hipocritas, mentirosos y corruptos que dicen ser del pueblo y con el pueblo no tienen mas interes que sus votos y su dinero. Es hora de hacer el Perú nosotros pensando, trabajando y cambiando nuestra mentalidad y nuestro conformismo.

En Familia dijo...

Estimado Juan:
Comparto contigo lo expresado en tu artículo. Es un hecho de que el Perú actualmente se gobierna con una política uniforme la cual para nada brinda lineamientos etnicos ni diversidad cultural. Que se entienda por favor que sin inculturación indígena nada de lo que se proponga será posible sino lamentablemente pasará a ser letra impuesta o números muertos.
Dejo la dirección de mi blog personal donde publico y comparto este hecho lamentable: http://www.vitapolis.blogspot.com

Anónimo dijo...

Es hora que la riqueza sea explotada para que pueda ser compartida....si se queda adentro de la tierra ...a quien beneficia??????....es hora eso si de encontrar caminos en los que podamos compartir mejor la abundancia...no quedarnos pobres y compartir miserias en este valle de lagrimas al que hemos sido desterrados....hallemos soluciones!!!! no veamos solo problemas!!!!!

Juventud... dijo...

Sin duda, un modelo económico que se impone desde Lima, en beneficio de unos pocos. En Cusco, uno de los problemas que desencadenó la huelga campesina de Canchis fue la concesión minera, ayer falleció un campesino de Chumbivilcas en un enfrentamiento con la policía; se anuncian paros y movilizaciones para rechazar la política neoliberal que aplica García, que acabará señalando que es una conspiración internacional que mediante subversivos provocan estos problemas. Hace falta la construcción de un frente que una a todas las organizaciones sociales que luchan contra los abusos que comete este gobierno, las elecciones próximas serán oportunas para avanzar en la construcción de un frente de izquierda...

Anónimo dijo...

Hay algo que no se está recordando y en el que realmente está el problema y la solución de este delicado asunto.

Y es que en realidad, en la mayoría de constituciones (Cartas vitales de la Nación), se encuentra muy claro el hecho de que los recursos pertenecen a la "Nación", por ende a todos los habitantes que en su vida política como ciudadanos conforman la Nación (todos los peruanos en este caso), por lo que la explotación de estos recursos es algo que dejo de ser materia exclusiva de los habitantes en el cual se encuentre ubicado el elemento a explotar.

Por otro lado en los países de organización Federal,(Argentina, USA, etc) la explotación de tales recursos, es participativa, es decir, al mismo tiempo que aprovecha la Nación, aprovecha la Provincia o Estado organizado Federalmente para su propio beneficio.

Es precisamente este el meollo del asunto, no se trata de como dicen algunos que los hermanos de la selva son como el perro del hortelano, se trata de que la mayoria de peruanos estan tratando de hacer revindicar que Lima no es todo y que llegó la hora que la multinacionalidad de este hermoso país se vea respetada, lamentablemente no es la forma en la que se debe exigir este respeto.

Por otro lado se observa que el interés de ciertos grupos en explotar o no estos recursos y el territorio sobre el cual se asientan, es un interes sucio, un interes de robo y atropello sobre las personas que más necesitan de los recursos que gratuitamente nos brinda Dios a traves de la naturaleza y que requieren un esfuerzo participativo para poder convertirlos en capital monetario, útil para el desarrollo de la Nación, por lo que vemos que en el país un problema nos lleva a otro... el "baguazo" nos lleva a la violencia, la violencia nos lleva a la falta de educación y valores (union como hermanos de un solo país), esto nos lleva al poco interés del estado en que haya educación y así sucesivamente...

Debemos cultivar a traves de la Iglesia y otras instituciones e inclusive desde la vida diaria misma, el valor de la honestidad en las personas, la importancia del bien a los demás, quizás no podamos hacerlo con los que ahora gobiernan, pero sí podemos hacerlo con los niños, ellos son el futuro y la esperanza de la Nación, para poder decirle a Dios algún día, como dijo Lot en Sodoma... "¿Y si al menos hubieran 10 personas buenas?"

Saludos, increible el blog.

JORGE dijo...

Hola Juan,

¡Felices Fiestas Patrias!

Bendiciones

JORGE dijo...

Lo dice muy claro el Papa en su última encíclica.

El modelo económico basado en el beneficio, sin valores, genera egoismo, injusticia y violencia (en ese orden).

Resulta necesario buscar el desarrollo (pedro integral) de todo el hombre y todos los hombres, de otro lado esto se deteriora cada vez más

Anónimo dijo...

'Vinieron'

Primero vinieron por la tierra de los indígenas,
dijeron que estaba vacía y la robaron,
pero no lo denunciamos porque no eramos indígenas,
y nuestras leyes lo promovieron.

Luego vinieron por el subsuelo de los indígenas,
dijeron que era rico y lo explotaron,
pero no lo denunciamos porque no eramos indígenas,
y nuestra economía lo necesitaba.

Luego vinieron por la cultura de los indígenas,
dijeron que era primitiva y la destruyeron,
pero no lo denunciamos porque no eramos indígenas,
y nuestra propia cultura lo confirmo.

Por último, vinieron por los indígenas mismos,
dijeron que no eran seres reales y los mataron,
pero nosotros seguimos callados porque no eramos indígenas,
y nuestra ciencia lo demostro.

¡Ya basta!
¡Ahora queremos denunciarlo!

N.B. 'Vinieron' es una adaptación de un poema del pastor alemán Martin Niemoller.

James Pliny 2009

Anónimo dijo...

Que video para mas propagandista. Deberia contentanse de informar y no utilizar palabras como "salvajemente" o "cobardemente" que revelan una toma de posicion.